A veces me siento como la cucharilla de tu café. Que me cojes sin miedos y remueves hasta marearme. Que me desplazas por los labios para saber si quemo y luego me dejas en el borde del plato mientras sueltas el humo del cigarro y me dejas esperando. Aun así, me encantaría estar entre tus dedos todas las mañanas.
jueves, 17 de septiembre de 2009
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5 comentarios:
Haaa!!... que excelente te quedo esto...
brutal....
He de deixar de visitar el teu bloc a aquestes hores de la nit.
Realment t'ha quedat molt bé. Les cullaretes també tenen una avantatge: sempre toquen el sucre...
molt molt bo
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